¿De qué manera la utilización de un paradigma sociocultural ayuda al diseño de actividades pedagógicas mediadas por tecnología digital, así como a la evaluación de dichas actividades y de las políticas institucionales y educativas que las sustentan?
El paradigma sociocultural tiene su máximo exponente en los aportes de Vygotsky a inicios del siglo XX, que sostenía que el desarrollo y el aprendizaje de los niños “no son una construcción individual, sino que un producto de la participación social vinculado al uso de herramientas culturales (Fernández, 2009), estuvo interesado en la manera en la que diferentes herramientas culturales median la actividad intelectual... desde esta perspectiva, el aprendizaje es entendido como una forma de maestría y apropiación de herramientas culturales, que por supuesto sólo es posible adquirir a partir de la participación social. (Fernández, 2009).
Entonces, dada esta condición de que las herramientas de mediación apoyan la actividad intelectual de las sociedades, este paradigma sociocultural ha sido vital en sus aportes a la pedagogía como herramienta clave en la construcción social del conocimiento, dejando un legado de referentes como el trabajo en equipos colaborativos en comunidades de aprendizaje, uso de las TIC para posibilitar la educación a distancia – virtual, han consolidado la creación de escenarios educativos innovadores en lo que se facilita la educación y difusión del conocimiento superando las barreras de la distancia.
En la actividad escolar, el contexto situacional está definido al aprendizaje del alumno...al llevar a cabo una acción encaminada a un objetivo en el plano interpsicológico, el funcionamiento cognitivo estará organizado para que los alumnos puedan obtener los mayores beneficios al aprender. (Wertsch, 1988).
Sin embargo, no quiero dejar de resaltar dentro de esta actividad mediada que apoya la naturaleza social del aprendizaje humano por medio del concepto de la “Zona del Desarrollo Próximo: definido como la distancia entre el nivel de desarrollo actual, determinado por la resolución independiente de un problema y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de ese problema bajo la guía del adulto o en colaboración con un compañero más capaz (Vygotsky, 1978/1986) citado por Lacasa, 2002).
Aquí, las herramientas lingüísticas son importantes para sistematizar los procesos de aprendizaje, pues en ellos hay interacción entre los profesores – estudiantes, y estudiante – estudiante; esta interacción se desarrolla por el uso del lenguaje que es una herramienta de mediación en que se exponen y desarrollan tareas conjuntas y colaborativas que forman parte de “ un contexto situacional de actividad está basada en una serie de suposiciones sobre los papeles, objetivos y medios adecuados utilizados por los participantes de dicho contexto… guía la selección, composición operacional y determina el significado funcional de las acciones. (Wertsch, 1988).
Entonces, podemos señalar que una computadora y los programas que se utilizan con ella desde una perspectiva sociocultural son herramientas que sirven para interaccionar para “apropiar de conocimiento y desarrollar habilidades asociadas a la participación social alrededor de la computadora (Newman, Griffin y Cole, 1989) citados por Fernandez, 2009), en donde “el compromiso mutuo no sólo supone nuestra competencia, sino también la de los demás. Se basa en lo que hacemos y en lo que sabemos” (Wenger, 2001).
El paradigma sociocultural rescata que, gracias a la mediación cultural de un programa de computadora, se interiorizan los conceptos de cualquier disciplina y crean una situación de participación social entre estudiantes y profesores, que forman comunidades de prácticas, en que “los participantes… utilizan su experiencia común para crear entendimiento mutuo y desarrollar conocimiento… los nuevos miembros (aprendices) son entrenados por otros más experimentados (expertos) en un proceso de participación legítima que comienza en la periferia del grupo y conforme los aprendices incrementan la apropiación y maestría de herramientas culturales, su membresía y posición social se vuelve más y más central en la comunidad. (Fernández 2009)
El conocimiento es un recurso estratégico para las organizaciones actuales. Para generarlo, se deben considerar diversos aspectos individuales, sociales, culturales y tecnológicos para crear el entorno propicio para su generación, acceso, aplicación y evaluación. La creación de comunidades de prácticas de valor es una respuesta para asegurar la generación y conservación del conocimiento, ya que son grupos que comparten roles similares de trabajo en un contexto común, y en el que sus miembros desean profundizar su conocimiento y experiencia, a través de distintos procesos de interacción. (López Falconi, 2010).
De lo cual, en un contexto educativo, se puede inferir que “el salón de clase es un espacio para enseñar, aprender, interactuar y colaborar. Pero vale la pena recalcar, que con el uso de las TIC, surgen las “comunidades virtuales, las cuales pueden ser definidas como: los agregados sociales que emergen del Internet cuando suficientes personas llevan a cabo… discusiones públicas por un tiempo sustancial, con suficiente sentimiento humano, para formar redes de relaciones personales en el ciberespacio (Rheingold citado por Mercer, 2000).
Todas las sociedades humanas se enfrentan a tareas cognitivas que sobrepasan las capacidades de individuales siempre está conformada por una organización social de cognición distribuida. Prescindir de ella es imposible (Hutchins, 1995).
El paradigma sociocultural debe considerar como fuente inspiradora de acción el trabajo en un contexto del modelo educativo centrado en el estudiante, este es el eje central, pues como sostiene Heredia y Romero,2007: “son personas que se congregan para adquirir una formación en una institución educativa… son el objeto de la acción educativa, las características que los conforman deben ser ampliamente conocidas y consideradas cuando se diseñan y desarrollan las acciones educativas, si se quiere que el proceso enseñanza – aprendizaje tenga éxito”.
Con el hecho de pensar de esta forma motiva a cambios en la forma tradicional de hacer pedagogía, “requiere innovar contantemente, Introducir nuevas formas de hacer las cosas no es un proceso fácil… se puede decir que las tecnologías educativas no han pasado por el tamiz de una experiencia sólida (como lo diría Maquiavelo), por lo que su implantación requiere de una estrategia bien planteada para asegurar el éxito… una buena planeación del proceso de adopción de una tecnología educativa puede aumentar sus probabilidades de éxito. Un crecimiento saludable requiere soporte personal”. (Alanis, 2010)
Los factores tecnológicos tales como el acceso, el funcionamiento y la usabilidad del portal educativo son condiciones que van a facilitar e inhibir su uso y apropiación como una herramienta significativa para compartir y crear conocimiento mediante la interacción con otras escuelas. Sin embargo, en el desarrollo de las comunidades, las cuestiones tecnológicas no se deben sobreestimar ante las de orden social, cultural y organizacional (Wenger, 2001).
Se puede sintetizar que “el análisis de la acción mediada se ocupa del empleo por parte de las personas de instrumentos culturales en procesos sociales e individuales que se basan en las ideas de Vygotsky, con el resultado de que los análisis de la situación sociocultural y del lenguaje como instrumento cultural… se centran en el hecho de que las personas que trabajan con instrumentos como los ordenadores y las que trabajan en grupo forman sistemas cognitivos integrales… presuponiendo que virtualmente todos los procesos mentales del ser humano están distribuidos. (Daniels, 2003).
En síntesis, el uso de las TIC puede ser estudiado con relación al impacto en la conformación de comunidades. Más específicamente, las TIC han dado lugar a la emergencia de comunidades virtuales, en las cuales, de manera similar a otras comunidades, el lenguaje, la participación social, y la apropiación de herramientas culturales desempeñan un papel central en la construcción de conocimiento y de las identidades de los participantes. Esta forma de estudiar el aprendizaje forma también parte de los principios del paradigma sociocultural.
Referencias.
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